¡Jimis José “Ezequiel”, ha vuelto a casa!
Por las calles de Chalan, Rafael y Margarita, los padres de Jimis, caminan junto a sus hijos Diego, Julia y María Belén, hermanos de él. Dos de sus familiares cargan un pequeño cajón, en donde va el cuerpo de Jimis José, quien estaba desaparecido desde hace varios años. Van rumbo a una pequeña capilla que está en el Cementerio de Chalán, un municipio del departamento de Sucre, que hace parte de la región de los Montes de María, tierra campesina que no ha sido ajena a los dolores de la guerra.
Jimis, salió de casa desde muy joven, durante varios años fue combatiente, había ingresado a las FARC – EP, estando allí murió en el marco de un bombardeo, su familia llevaba más de 15 años buscándole, intentando tener respuestas.
Su cuerpo fue localizado en el cementerio Santa Cruz de Manga, en Cartagena, en marzo de 2024; en esta acción de recuperación realizada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas – UBPD, fue necesaria la participación de diferentes profesionales como antropólogos forenses, odontólogos, un médico legista, e investigadores, este trabajo conjunto permite aplicar el proceso de verificación por correspondencia post mortem una técnica que consiste en comparar la información de la primera necropsia medicolegal con los hallazgos del examen del cuerpo que realizan los diferentes profesionales presentes.
Para la búsqueda e identificación de “Ezequiel”, fue fundamental el apoyo y compromiso de las y los Firmantes de Paz, el Equipo Caribe de Reencuentros, ha acompañado el caso y a la familia desde que emprendieron la búsqueda en la UBPD en el 2022, la labor y ayuda que brindaron las y los firmantes, permitió además orientar la identidad del cuerpo.
Su familia le rindió homenaje expresando en un mural las palabras que por tantos años quedaron atravesadas en la garganta, allí le escribieron sus sentires, recordaron lo ‘juguetón’ que era y el inmenso amor que tuvo por su madre, hoy ella y toda la familia Narváez Porto, saben donde está, donde ir a hablarle y a orarle, las bendiciones de sus padres quedaron plasmadas en la frase que acompaña su nombre “El que habita bajo la sombra del altísimo morará bajo la sombra del omnipotente”.